El doctor Juan Francisco Pérez Sabino recibió la Medalla de ciencia y tecnología 2020

 


El máximo reconocimiento al trabajo científico en Guatemala, la Medalla de ciencia y tecnología, lo recibió el doctor en química Juan Francisco Pérez Sabino, por su trayectoria laborar y aportes para el desarrollo de Guatemala.


El doctor Juan Francisco Pérez Sabino es químico egresado de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Posee una maestría en administración de empresas con especialización en mercadeo por la Universidad Francisco Marroquín, una maestría en estudios ambientales por la Universidad del Valle de Guatemala y una maestría de derecho ambiental en la Facultad de Ciencias Jurídica y Ambientales de la Universidad de San Carlos. Además, es doctor en química de productos naturales por la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Brasil.

El doctor Pérez Sabino laboró en la dirección general de energía nuclear del Ministerio de Energía y Minas, de 1990 a 1997, coordinando proyectos nacionales e internacionales sobre radiactividad ambiental en Guatemala. Entre los principales resultados de ese período se encuentran la determinación del fondo radiactivo en los ambientes terrestre y marino de Guatemala, de utilidad para la evaluación del impacto que pueden tener en el país los accidentes nucleares a nivel global. Asimismo, implementó métodos para determinar la contaminación radiactiva en el agua, en suelos y en sedimentos. Desde 1998 es profesor titular y jefe de la unidad de análisis instrumental en la Escuela de Química de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia.

En su trayectoria como investigador en la USAC, recibió el premio universitario a la excelencia académica en investigación en 2020, por su participación como investigador principal o asociado en más de 40 investigaciones financiadas por entidades nacionales e internacionales. Sus investigaciones las ha desarrollado en líneas relacionadas a la determinación de las propiedades de los metabolitos secundarios de plantas cultivadas y propias de la biodiversidad mesoamericana como base para el aprovechamiento sostenible de la flora nacional. Otra línea de investigación ha sido la evaluación de la contaminación por metales, radionucleidos, plaguicidas y contaminantes emergentes en los principales lagos del país, generando información de utilidad para la toma de decisiones sobre el manejo del recurso hídrico.