Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el mundo hay al menos 2,200 millones de personas con deficiencia visual y 100 millones de estas personas pudieron haber evitado su deterioro visual, si se hubiese aplicado algún tratamiento
En el marco de la conmemoración del Día Mundial
del Glaucoma, que se celebró el 12 de marzo y que pretende generar conciencia
sobre la importancia de las revisiones oftalmológicas, y del diagnóstico
temprano de esta enfermedad, que es la segunda causa de ceguera irreversible,
solo por detrás de la diabetes, FUNDAL informó, sobre la ceguera y la
discapacidad visual.
La ceguera se entiende como un pérdida total o
muy seria de la visión del ser humano, y algunas de sus principales causas son: Diabetes, Glaucoma, Degeneración Macular,
Cataratas, causas congénitas como la prematurez, asfixia, condiciones genéticas
o cromosómicas, así como el abuso de sustancias y el padecimiento de
enfermedades de transmisión sexual que padece la madre al momento del
nacimiento por parto natural.
Mientras que la discapacidad visual es la
dificultad que se presenta para participar en actividades propias de la vida
cotidiana, que surge por la disminución o perdida de las funciones visuales.
Según el informe de la Segunda Encuesta de
Discapacidad en Guatemala, realizada en el año 2016, el 4.2% de los adultos
tienen discapacidad visual.
Carmen Lucía Guerrero de Prado, Asesora Interna
de FUNDAL, indicó: “Para medir el nivel de visión de una persona, se toman en
cuenta dos aspectos, agudeza y campo visual, la agudeza se refiere a la
distancia en que la persona percibe los objetos y la claridad con que percibe
los mismos, mientras que el campo visual, se refiere al área total que logra
ver, tanto de frente como a sus costados”.
A lo largo de estos 24 años de la población
atendida por FUNDAL, 28.71% de los
estudiantes presenta Discapacidad Visual, de este porcentaje, el 52.5% son hombres y el 46.76 mujeres.