La lucha por cerrar la brecha de género dentro en
la fuerza laboral es un tema que nos compete a todos. Gracias a las acciones y
programas que se han generado en los últimos diez años, ha quedado claro que
esto es un asunto de vital importancia también en el mundo de las TIC.
Más allá de hablar sobre los temas recurrentes
que es necesario atender, como cerrar la brecha salarial de género, incluir a
más mujeres en los espacios de trabajo, o incentivar el talento femenino dentro
de las carreras STEM a temprana edad, es de vital importancia resaltar cómo los
resultados de estas buenas prácticas influyen de manera directa en el futuro de
la industria.
Acorde a información recogida en un estudio
realizado por la consultoría global Cloverpop,
los equipos que incluyen mujeres y hombres de diferentes edades y orígenes suelen
tomar mejores decisiones de negocios el 87% de las veces en comparación a los equipos
conformados solo por hombres. Y, por si fuera poco, se identificó que el
liderazgo femenino suele permear en los equipos de trabajo, haciendo que los
resultados de aquellos que tienen un rol esencial en la toma de decisiones de las
compañías mejoren en un 60%.
El sector de las TIC se ha destacado como uno
de los que más énfasis ha hecho en reducir la brecha de género. Según datos de Deloitte,
para finales de este 2022 se espera que la representación femenina dentro de la
industria de la tecnología a nivel global sea del 33%, un incremento del 3% en
comparación de los números de finales del 2019. Otra señal significativa del
crecimiento de las mujeres dentro del sector se ve reflejada en cómo actúan y
se van transformando las figuras clave en esta ola de cambio. Por ejemplo, algunas
de las compañías de tecnología más importantes han reportado un incremento del 238%
en la participación del talento femenino dentro de sus filas.
Estos datos reflejan un crecimiento lento pero
estable, el cual demuestra que, aunque hay camino todavía por recorrer, existe
una transformación en la industria que está influyendo de manera directa en la perspectiva
y participación de las mujeres en las TIC de cara al futuro.
En América Latina, hemos atestiguado cómo poco
a poco se van sumando mujeres no sólo a la fuerza de trabajo dentro de las
empresas de tecnología, sino también a puestos de dirección. Así como lo
sugieren los números del estudio global de la consultora KPMG,
en nuestra región el 16% de los puestos directivos son ocupados por mujeres,
muy por encima del promedio global que es de tan sólo del 11%.
Sin duda, la inclusión en la industria de la
tecnología es un paso fundamental para la evolución positiva del sector. Así
como lo menciona el estudio de la consultora McKinsey,
para el año 2030, el 77% de los trabajos requerirán habilidades relacionadas
con la tecnología, por lo que segmentar el talento es una práctica que debe quedar
en el pasado.
De cara al futuro, uno de los puntos esenciales
que es necesario atender es sin duda el eliminar los estereotipos que permean
para las mujeres dentro del sector de las TIC. Eso sólo sucederá entre más mujeres
se vayan sumando a todas las áreas de la industria y haya más modelos de talento
femenino que inspiren a nuevas generaciones a tomar el lugar que les
corresponde.
Para fomentar que la participación femenina
siga en ascenso, así como lo han demostrado los números, hay que implementar y
promover programas en los cuales se dirijan los reflectores sobre ellas. Sólo a
través de sus historias y experiencias el mensaje podrá llegar e inspirar a que
más mujeres de todas edades vean en la tecnología un camino de vida que puede
brindarles una certeza a futuro en sus aspiraciones profesionales.
Sólo hemos dado los primeros pasos hacia una
participación igualitaria e inclusiva para el talento femenino. Hacer que el
terreno sea cada vez más parejo para que las brechas de género desaparezcan es
una tarea que debemos atender todos los días.