Cómo los legisladores y el sector privado podrían unirse para impulsar la digitalización de remesas internacionales
Los retos asociados con enviar dinero a
familiares que se encuentran lejos son algo personal para mí. Durante mi
carrera emigré a varios países. En cada lugar, una de las primeras grandes
preguntas que hacía era cómo enviar dinero a mi país, El Salvador. Y cada vez
la respuesta era distinta y, muchas veces, un desafío.
No soy un caso atípico. Hay más de 200 millones
de personas que envían cientos de miles de millones de dólares cada año a
familiares y amigos en otras partes del mundo —para dar una mano económicamente
o para celebrar una ocasión especial— con pagos persona a persona de un país a
otro, lo que se conoce como remesas. A nivel mundial, se calcula que 800
millones de personas reciben dinero de familiares o amigos para pagar
comestibles, servicios públicos y educación.
Y aunque la transformación digital está
simplificando la forma en que las personas mueven dinero internacionalmente y
eliminando las barreras físicas de tener que trasladarse a un lugar para
recibir el dinero, en muchos aspectos, el proceso de las remesas sigue siendo
el mismo básicamente que hace 150 años atrás. Algunas transferencias
internacionales aún pueden demorar varios días y los costos son a veces pagados
por el remitente y el destinatario, para mayor preocupación de los familiares
que esperan ansiosamente el dinero que tanto necesitan.
El pasado 16 de junio se celebró el Día
Internacional de las Remesas Familiares, un día para reconocer y rendir
homenaje a las contribuciones financieras que hacen millones de trabajadores
migrantes que envían dinero a sus familias. Las tendencias recientes son
evidencia increíble de su resiliencia. En el 2021, la afluencia de remesas a
nivel global alcanzó un nuevo récord de USD 773 mil millones, de los cuales USD
605 mil millones se enviaron a países de ingresos bajos y medianos (LMIC, por
sus siglas en inglés). Treinta países recibieron más del 10 por ciento de su
PIB en forma de remesas en el 2021, y ocho recibieron más de un cuarto de su
PIB de esta manera.
Y los costos, aunque siguen siendo elevados,
están empezando a disminuir lentamente. Según un informe del Banco Mundial, los
costos promedio para el envío de remesas se han reducido ligeramente al 6% a
nivel mundial para una transferencia de USD 200, aunque dicho precio sigue siendo el doble de la meta en los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la ONU. Esto significa que es más importante que nunca
para los trabajadores migrantes contar con las herramientas digitales
necesarias para comparar precios y elegir el mejor. Según un estudio de Visa,
los "mejores costos disponibles" en muchos mercados han bajado al
2,08%, lo que representa una reducción con respecto al 2,96% registrado en el
2021. Los peores costos siguen siendo elevados: alrededor del 7,09% en
comparación con el 6,15% del 2021.
Cómo Llevar las Remesas Digitales Rápidas al
Alcance de Todos
Aún queda muchísimo por hacer. Están surgiendo
soluciones digitales para cambiar la forma en que funciona el movimiento de
dinero entre países en la actualidad. La proliferación en todo el mundo de
dispositivos conectados, tecnología financiera e innovación bancaria, así como
la transformación de empresas de remesas mundiales y soluciones desarrolladas
por redes de pago globales como Visa están ayudando a poner al alcance de todos,
remesas digitales[3]
rápidas, seguras y sencillas. A tal fin, un estudio de Visa halló que las
remesas digitales son el método preferido, que las transacciones solamente
digitales ya son las más populares y que la mayoría (59%) de los usuarios de
remesas encuestados dice que ha enviado o tiene pensado enviar dinero usando
plataformas solamente digitales.
Sin embargo, los retos con respecto a los
tiempos y complejidades de las remesas internacionales siguen siendo enormes.
No hay, o hay muy poca, interoperabilidad a nivel técnico y regulatorio,
incluyendo las disposiciones contra el lavado de dinero (AML por sus siglas en
ingles). La mayoría de las transferencias internacionales se gestionan a través
de relaciones bilaterales de cadenas de bancos corresponsales, lo cual agrega
costos y complejidad.
Cuatro Ideas para que los Legisladores Fomenten
la Innovación que Impulse a Todos
A medida que los legisladores trabajan para
ayudar a agilizar las remesas digitales, creemos que deben adoptar un enfoque
guiado por principios y basado en resultados, dando a los proveedores de
servicios y a las redes de pagos la flexibilidad necesaria para innovar. He
aquí cuatro recomendaciones:
Entablar un diálogo entre los sectores privado-público
y alianzas. Es de amplio conocimiento que los gobiernos, las ONG y el sector
privado deben trabajar en conjunto para acortar la brecha de la equidad digital
y asegurar que las remesas rápidas, confiables y seguras estén disponibles para
todos, en todas partes.
Armonizar los ambientes regulatorios. Las
remesas y otros pagos internacionales están sujetos a regímenes regulatorios
que pueden agregar obstáculos y complejidad. Armonizar y alinear las reglas en
la mayor medida de lo posible puede reducir esos obstáculos. El sector privado
puede y debe dar prioridad a la creación de productos que ofrezcan mejores experiencias
al cliente y que permitan transferir dinero en forma más eficiente. Pero el
sector público también puede jugar un papel ayudando a agilizar los procesos de
otorgamiento de licencia para ofrecer los beneficios de las remesas digitales a
más corredores y, por tanto, a más personas.
Entender que la escala y la seguridad son
imprescindibles para el éxito. Un servicio verdaderamente interoperable debería
llegar a la mayor cantidad de puntos finales posible, ya sea que se trate de
cuentas bancarias tradicionales, cuentas de tarjetas prepagadas o billeteras
digitales. Téngase en cuenta que, por
ejemplo, hoy en día solo a través del ecosistema de Visa, una institución
financiera puede llegar a un total combinado de más de cinco mil millones de
tarjetas y cuentas bancarias. Mientras tanto, adoptar sistemas de seguridad
digital puede ayudar a filtrar las transferencias fraudulentas en tiempo real.
Las tecnologías como los tokens y la inteligencia artificial aumentan la
seguridad de las remesas. Reducir el riesgo de fraude requiere una inversión
considerable en áreas como métodos de autenticación, biometría conductual,
seguimiento de agregación y velocidad. En forma similar, las herramientas de
algoritmos y transacciones para señalizar actividades sospechosas y consultar
bases de datos mundiales son componentes esenciales de cualquier solución de
pagos en tiempo real.
Hay familias en todas partes del mundo que suelen depender de las remesas y a medida que el movimiento global de dinero se vuelve cada vez más digital, hay una necesidad apremiante de tener flexibilidad, facilidad y alcance para enviar o recibir dinero entre países. Los legisladores y el sector privado pueden utilizar las remesas para ayudar a aliviar la pobreza y apoyar las economías locales. Juntos podemos acelerar la inclusión financiera y digital.