Más de 400 niños menores de 5 años y sus madres, beneficiados por el proyecto “Por un futuro mejor”

La ventana de los 1.000 días es uno de los términos más comunes al hablar sobre el desarrollo de la primera infancia, ya que son determinantes en el posterior desarrollo cognitivo, físico y emocional de un niño.

Sin embargo, en el mundo más de 200 millones de niños sufren de desnutrición infantil y el 45% de las muertes de niños menores de 5 años se deben a esta malnutrición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Latinoamérica, Guatemala es el país más afectado por la desnutrición infantil de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En este país el 49.8% de los niños menores de 5 años presentan desnutrición crónica. La malnutrición es uno de los principales problemas estructurales de Guatemala, condicionada por la pobreza extrema en la que viven el 79% de los niños del país.

De acuerdo con la OMS “la desnutrición, en todas sus formas, implica emaciación (adelgazamiento extremo), retraso en el crecimiento, bajo peso, deficiencia de vitaminas o minerales, sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles resultado de la alimentación”.

A raíz de esta problemática, en junio pasado se inició el proyecto “Por un futuro mejor” con el objetivo de atender a 200 binomios madre-niño (en gestación, lactantes o menores de 18 meses), que incluye 400 niños menores de 5 años en riesgo alimentario y 1.000 personas en condición de co-habitabilidad para educar sobre mejores prácticas agrícolas, consumo de agua segura, higiene y hábitos nutricionales.

En alianza con United Way Guatemala, el proyecto se ejecuta  alineado con la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, que es la estrategia país en la cual se da énfasis especial a “La Ventana de los Mil Días”.


“Por un futuro mejor” está impactando positivamente a 200 familias en el municipio de San Juan Chamelco, en el departamento de Alta Verapaz, donde 1 de cada 2 niños viven en condición de salud precaria. En el primer semestre del año en curso,16 niños menores de 5 años fallecieron en este departamento por falta de alimentos y otros 11.437 mostraron desnutrición aguda, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan).

“Estoy muy contenta de estar en este proyecto, hemos visto muchos beneficios. Nos han enseñado cómo utilizar los filtros que nos entregaron para consumir agua potable”, Maricelda Xol, beneficiada por el proyecto.

Con este proyecto se busca implementar acciones específicas que contribuyan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible #ODS1, #ODS2, #ODS3, #ODS5, #ODS6 y #ODS17. Se pretende generar un modelo ejemplar de intervención social, liderado por el sector privado; el cual logre ser replicable, sostenible y escalable, en otras poblaciones con situación de inseguridad alimentaria y nutricional.

Hasta la fecha, se ha logrado lo siguiente:

Priorización de las familias seleccionadas en las 8 comunidades.

Diagnóstico, que incluye la evaluación nutricional de los niños y el estado actual de las madres.

Entrega de suplementación inmediata y alimentos fortificados.

Capacitación a las familias de la “Rueda de prácticas para vivir mejor”. Metodología del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala.

Comparación de los resultados obtenidos de la línea de base del proyecto en 7 comunidades del Municipio de San Juan Chamelco contra los resultados del departamento de Alta Verapaz de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil, Guatemala 2015; la línea de base reflejó un 56.5% de desnutrición crónica y el censo de talla 51.9%. Además, el hallazgo de 2 casos con desnutrición aguda, los cuales fueron referidos de inmediato al sistema de salud.

Construcción de 200 huertos familiares, espacios de producción de alimento nutritivo, sostenible y de bajo costo, para complementar el esquema de nutrición de las familias beneficiadas. En esta actividad se involucró el trabajo de voluntarios de Bayer.

“El valor que yo veo en los colaboradores siendo voluntarios para estos programas sociales, es realmente bastante fuerte y sólido, estar involucrados con las familias, con los beneficiados, es una oportunidad de gran satisfacción”, mencionó Rogelio González, Gerente General de Bayer en Guatemala quien también participó en la actividad de voluntariado construyendo huertos familiares.