Por si no lo sabías, a tus aparatos electrónicos les afecta este cambio térmico, mucho más si tenemos en cuenta que en ocasiones permanecen bajo el sol abrasador, calentándose más de lo normal.
Cómo
el calor daña la electrónica
El
calor es el archienemigo de la electrónica. Si bien la mayoría de los
dispositivos puede soportar temperaturas de hasta 80 °C (176 °F), alcanzan su
punto óptimo de rendimiento a 35 °C (95 °F), nivel mucho más frío. Es por eso por
lo que la mayoría de las PC para juegos de élite tienen sofisticados sistemas
de refrigeración por aire o agua.
Cómo
afecta el sobrecalentamiento a tus dispositivos
Comprender
cómo los equipos se afectan por este factor ambiental es crucial para evitar
posibles daños. Veamos cómo son los efectos:
Disminución
de la velocidad: el calor excesivo obliga a tus equipos a trabajar más, lo que
puede generar tiempos de respuesta más lentos.
Vida
útil más corta: si se sobrecalientan con frecuencia, no durarán tanto
Problemas
con la batería: las de iones de litio, que alimentan todo, desde teléfonos
inteligentes hasta laptops, son sensibles al calor. En
condiciones extremas, pueden hincharse, tener fugas o incluso explotar.
Problemas
con los chips de computadora: Los componentes dentro de los chips informáticos,
que son el cerebro de nuestros dispositivos electrónicos, también sufren
sobrecalentamiento.
Autoprotección:
algunos dispositivos aceleran su rendimiento para evitar el sobrecalentamiento.
Los protege del daño por calor, pero loa hace menos confiables.
Pérdida
de datos: el sobrecalentamiento puede poner en riesgo tus datos. Una unidad de
disco duro (HDD) o una unidad de estado sólido (SSD) pueden dañarse si la
temperatura supera los 70 °C,
lo que podría provocar el daño total de archivos o fotos importantes.
Daño
físico: Las piezas son susceptibles de derretirse o deformarse, las conexiones
romperse y las baterías expandirse hasta el punto de romper la carcasa del equipo.
Averías
en la pantalla: el calor excesivo también puede afectar negativamente el panel
de visualización de tu dispositivo. Se puede causar decoloración y disminuir el
brillo de la pantalla.
Problemas de enfriamiento: los dispositivos se enfrían liberando calor en el aire más frío que los rodea. Pero si ese aire ya está caliente, tienen que trabajar aún más para bajar la temperatura, lo que lleva a un mayor calentamiento.
7
consejos para mantener tus aparatos electrónicos frescos este verano
Aquí
hay siete pasos para mantenerlos funcionando sin problemas, incluso cuando suben
los termómetros. Además, consulta nuestra guía
de sobrecalentamiento de laptops.
1)
Busca la sombra
La
luz solar directa puede aumentar la temperatura de tu aparato. Al igual que tú,
agradece un poco de sombra para refrescarse.
2)
Buena ventilación
El
flujo de aire y la ventilación adecuados pueden ayudar a que se enfríe,
especialmente durante el uso prolongado. La mayoría tiene rejillas de
ventilación. Evita obstruirlas y coloca tu equipo cerca de un ventilador o aire
acondicionado siempre que sea posible.
3)
No apiles dispositivos
La
electrónica ya produce calor. Apilar dispositivos uno encima del otro aumenta
aún más las temperaturas. Procura que haya espacio entre todos, al menos entre
2 y 3 pulgadas.
4)
Evita los autos calientes
El
interior de tu automóvil puede calentarse significativamente más que la
temperatura exterior, lo que podría dañar sus dispositivos electrónicos.
5)
Supervisar la carga de la batería
Para
teléfonos y dispositivos: intenta cargar tus equipos al 60-80 % de su capacidad
en lugar del 100 %.
Para
laptops: lo mejor es descargar la batería hasta aproximadamente un 40 % antes
de volver a enchufarla.
6)
Mantén los dispositivos limpios
La
acumulación de polvo y pelo de mascotas puede obstaculizar los ventiladores
internos y provocar que el equipo se sobrecaliente. Usa una lata de aire
comprimido para quitar el polvo y recuerda mantener todas las rejillas de
ventilación aseadas y despejadas.
7)
Parada de emergencia
Si
tu dispositivo comienza a sobrecalentarse, apágalo inmediatamente y
desenchúfalo. Retira cualquier funda o cubierta, déjalo enfriar hasta que
puedas verificarlo al tacto, luego intenta usarlo nuevamente. Emplea un
ventilador para bajar la temperatura rápido.