3 de marzo: Día Mundial de la Vida Silvestre

 

En el marco del Día Mundial de la Vida Silvestre, la Asociación Centroamericana Centro Humboldt (ACCH) se une a la comunidad global para hacer un llamado sobre la importancia de la vida silvestre, la preservación y protección de la biodiversidad y los ecosistemas.

La importancia de la biodiversidad

La biodiversidad es la base de la vida en la tierra, pues está intrínsecamente conectada entre entornos y especies que dependen unos de otros para vivir. El Ing. Víctor Campos, director ejecutivo de ACCH, compartió que, para los seres humanos, la biodiversidad proporciona múltiples beneficios, que si bien, son poco valorados, son esenciales para nuestro bienestar.

Dentro de ellos, el experto menciona: la regulación del ciclo hidrológico y del clima, la fertilidad y salud de los suelos, la agricultura y la silvicultura, el turismo, la pesca y la acuicultura. “Todos ellos dependen de la estabilidad de la biodiversidad, evidenciando el rol fundamental de ésta en la supervivencia, desarrollo, y bienestar actual y futuro”, puntualizó Campos.

La vida silvestre, como parte integral de la biodiversidad, juega un papel crucial en el equilibrio ecológico del planeta, desde la polinización de cultivos hasta el control de plagas. La región centroamericana destaca por albergar valiosos espacios con una rica biodiversidad, Campos destaca los siguientes:

  • La Gran Barrera Coralina Mesoamericana, la segunda más grande del mundo después de la de Australia, con una extensión de 1 mil 600 km de arrecifes coralinos.
  • 48 humedales de importancia internacional, reconocidos por la Convención Ramsar, contribuyendo significativamente a la conservación global de estos ecosistemas vitales.
  • 2 de los 19 países megadiversos a nivel mundial están en Centroamérica, siendo estos: Guatemala y Costa Rica.
  • 849 áreas protegidas, organizadas en los Sistemas de Áreas Protegidas (SAP) de cada país, desempeñan un papel crucial en la preservación de servicios ecosistémicos, investigación, conocimiento, valoración de la biodiversidad y fomentan el turismo de naturaleza; además, sirven como aulas verdes para la educación ambiental comunitaria.
  • 15 reservas de Biosferas reconocidas por UNESCO a través del Programa Hombre y la Biosfera (MAB). Estas Reservas están distribuidas estratégicamente en Guatemala (3), El Salvador (2), Honduras (3), Nicaragua (4), y Costa Rica (4), destacando su contribución a la conservación y sostenibilidad, una de ellas compartida entre Guatemala, El Salvador y Honduras.

Desafíos en la conservación y protección de la biodiversidad

Campos comparte que la región centroamericana alberga una riqueza biológica excepcional, pero también enfrenta desafíos significativos en términos de conservación y protección.

Especies en peligro de extinción

Es fundamental sensibilizar sobre las amenazas que enfrentan las especies en peligro de extinción, como la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el cambio climático.

La extinción de especies tiene consecuencias graves para los ecosistemas y la humanidad, ya que, genera un desequilibrio en la estabilidad de los sistemas naturales de los cuales dependemos.

Según la Estrategia Regional Ambiental Marco (ERAM 2021–2025) CCAD/SICA, la región ha experimentado una preocupante pérdida del 52% de su biodiversidad original y un 34% de sus suelos. Entre 2004 y 2014, el número de especies amenazadas aumentó de 426 a 872, destacando especialmente la reducción significativa de la cobertura forestal entre 2000 y 2012.

Impacto humano en la vida silvestre

Las actividades humanas están ejerciendo una presión insostenible sobre la vida silvestre y sus hábitats. La deforestación, la contaminación, la caza deportiva y la urbanización son algunos de los factores que contribuyen a la disminución de las poblaciones de especies silvestres. Campos, asegura que es urgente tomar medidas para mitigar estos impactos y revertir la tendencia de pérdida de biodiversidad. 



Según datos de ACCH, publicados en su informe “Valoración del aprovechamiento y protección de los recursos naturales en Centroamérica”, una parte del sector privado se ha sumado a la conservación de la biodiversidad. En los países centroamericanos se han establecido unas 655 reservas silvestres naturales privadas que brindan protección a más de 140 mil hectáreas de superficie, distribuidas indistintamente en los diferentes países:

  • Guatemala cuenta con 186 Reservas Silvestres Privadas (RSP) con un área de 42 mil 759 hectáreas y una organización gremial, Asociación de Reservas Naturales Privadas de Guatemala (ARNPG), que aglutina a 136 asociados.
  • Honduras contabiliza 23 Reservas con un área de 3 mil 163.41 hectáreas y la Red Hondureña de Reservas Naturales Privadas, que aglutina a 76 miembros.
  • Nicaragua registra 236 Reservas Silvestres Privadas, con 17 mil 782.78 hectáreas, varias asociadas a la Red de Reservas Silvestres Privadas.
  • Costa Rica por su parte cuenta con 210 Reservas con un área de 82 mil 945.00 hectáreas, la mayoría afiliada a la Red Costarricense de Reservas Naturales (RCRN). El 60% de miembros dedican sus fincas a conservación absoluta y el 40% complementan con otras actividades como ecoturismo e investigación, y muchas de ellas reciben ingresos en concepto de pago por servicios ambientales o PSA.
  • No se contó con datos disponibles para El Salvador

Sin embargo, la gestión para monitorear y controlar la biodiversidad sigue siendo limitada, mientras persisten presiones considerables sobre el medio ambiente. Estas presiones están vinculadas a condiciones socioeconómicas deficientes, como problemas de tenencia de la tierra, desigualdad, pobreza, migración y prácticas productivas insostenibles, que requieren una atención urgente y coordinada.

“La educación ambiental y la sensibilización pública son fundamentales para promover la conservación de la vida silvestre. Cada persona puede contribuir a proteger y preservar las especies silvestres y sus hábitats a través de acciones cotidianas, por ejemplo: reducir el consumo de recursos naturales, apoyar la conservación de áreas protegidas y participar en iniciativas de reforestación y restauración de hábitats” concluyó Campos.

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