Cargill, con su marca Perry, llena de sabor y tradición a las familias guatemaltecas para mantener viva la herencia del fiambre
Cada 1 de noviembre las familias guatemaltecas se reúnen para
degustar y compartir uno de los platillos más representativos del país: el
fiambre. Una mezcla de más de 50 ingredientes que combina historia,
cultura, recuerdos y emoción.
El fiambre, para los guatemaltecos es mucho más que sabor y
tradición: es herencia y unión familiar. Es una invitación a
revivir esos sabores que han acompañado las mesas de las familias y que siguen
transmitiéndose con orgullo.
Un año más, Cargill, a través de su marca Perry, vuelve a ser
parte de esta temporada tan significativa y especial entre los guatemaltecos, con
la mirada puesta en las nuevas generaciones para que se vuelvan “fiambreros
de corazón” al sumarse a continuar escribiendo la historia de un platillo
que une familias.
“Honramos el camino que hemos recorrido con nuestro público
actual, pero queremos abrir la puerta y dar la bienvenida a las nuevas
generaciones, lo que buscamos es que ambos mundos se encuentren, compartan el
amor por nuestras raíces y hereden el sabor de este platillo, que hereden el fiambre
Perry”, comentó Rina Ramos, gerente de marca.
Cargill trabaja todos los días para nutrir al mundo de manera
segura, responsable y sostenible. Su compromiso es garantizar que cada producto
que llega a la mesa de los consumidores cumpla con los más altos estándares de
calidad y seguridad. Este compromiso se refleja hoy en Perry, que acompaña a
las familias guatemaltecas con los ingredientes que no pueden faltar para
preparar el fiambre: salchichas, chorizo extremeño, chorizo negro, copetín,
salchichón, jamones, butifarra, salami y mortadela Perry que combinan calidad,
sabor auténtico y confianza.
Desde la receta y preparación del caldillo con el toque
especial de cada familia guatemalteca, cada ingrediente guarda una historia y
un recuerdo especial, así como refleja la creatividad de quienes siguen
haciendo del fiambre una tradición viva.
Cargill reafirma su rol como un aliado en la mesa de las familias
guatemaltecas, celebra el auténtico sabor chapín y, sobre todo, el vínculo que
une a quienes crecieron preparando el fiambre con quienes hoy acompañan,
disfrutan y aprenden a mantener viva esta tradición siendo herederos del sabor.

Comentarios
Publicar un comentario