La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una
promesa para convertirse en una necesidad urgente en el sector financiero. En
un nuevo informe de SAS, titulado From Algorithms
to Impact: Banking’s AI Future, líderes globales del sector
comparten cinco lecciones esenciales para implementar una transformación
tecnológica responsable, efectiva y alineada con las metas estratégicas del negocio.
El estudio reúne las
perspectivas de altos ejecutivos de Banorte (México), Intesa
Sanpaolo (Italia), Millennium BCP (Portugal) y Old National
Bank (Estados Unidos), y demuestra que, más allá del tamaño de la
institución, el éxito en IA parte de una visión integral, colaborativa y
centrada en las personas.
1. La IA debe responder al negocio, no a la moda.
Las instituciones deben integrar la IA como parte de
su estrategia empresarial, y no tratarla como una iniciativa aislada. “El
liderazgo desde la alta dirección es innegociable”, destacó Abraham Izquierdo,
de Banorte. Por su parte, Millennium BCP desarrolla modelos para anticipar
escenarios de crisis y prepararse con anticipación.
2. Las personas al frente de la tecnología.
Los bancos coinciden en que el juicio humano sigue
siendo indispensable. “Las herramientas no responden por sí solas a las grandes
preguntas del negocio”, afirmó José Miguel Pessanha, de Millennium. Intesa
Sanpaolo, en tanto, ha creado una cultura que valora los datos como activos
estratégicos para lograr inclusión financiera y decisiones más informadas.
3. Escalar con bases sólidas.
Antes de avanzar, se debe contar con una
infraestructura robusta. Desde plataformas en la nube hasta gobernanza de
datos, cada paso debe planificarse con precisión. “Caminar antes de correr es
esencial”, dijo Pessanha. Old National Bank y Banorte coinciden en que las
metas de corto plazo deben alinearse con una visión ambiciosa de largo plazo.
4. Activar la innovación desde adentro.
Para avanzar, la innovación debe generarse
internamente. Old National Bank automatizó procesos con IA generativa,
liberando al talento humano para tareas más analíticas. “Ahora las personas
pueden hacer trabajos más gratificantes y valiosos”, indicó Andrew McCammack.
Banorte, por su parte, ha mejorado su capacidad de reacción ante la volatilidad
del mercado.
5. La IA es un viaje, no un destino.
Los ejecutivos resaltan la necesidad de mantenerse en
constante aprendizaje, conectados con universidades, startups y nuevas
tecnologías. “La IA generativa impulsa nuevas ideas, pero su verdadero
potencial depende del juicio humano”, apuntó Andrea Cosentini, de Intesa
Sanpaolo. Banorte, además, destaca su utilidad en ciberseguridad y continuidad
del negocio.
“La confianza es la
moneda más valiosa del sector financiero. Implementar IA de forma ética y
segura permite fortalecerla”, concluyó Stu Bradley, de SAS. Para el ejecutivo,
la IA puede ayudar a fortalecerla cuando se implementa de forma responsable,
pero sin una gobernanza y salvaguardas sólidas, los riesgos crecen más rápido
que las recompensas.
Durante casi cinco
décadas, SAS ha ayudado a los bancos a convertir la IA de aspiración en acción,
construyendo las bases de datos, gobernanza y gestión de riesgos de modelos
necesarios para escalar la innovación de forma responsable.
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