A medida que envejezco, los médicos me recetan
más medicamentos, por ejemplo, para la presión
arterial y el colesterol. Además, según me voy haciendo mayor,
decidió tomar suplementos que supuestamente mejoran la memoria, reducen
el colesterol y previenen el cáncer . ¿Debería
preocuparme por la posibilidad de que estos suplementos interfieran con mis
otros medicamentos?
RESPUESTA: Con la edad, se presentan más
enfermedades de tipo crónico y algunas personas, a medida que envejecen,
desarrollan deficiencias de ciertas vitaminas. Adicional, existe una
variedad de medicamentos, sea de venta libre o bajo receta médica, de
suplementos alimentarios y de vitaminas que alivian los síntomas, hacen más
lento el avance de muchas enfermedades crónicas propias de la edad y ayudan a
la gente a estabilizarse con buena salud.
Sin embargo, en el transcurso de los años, las
tiendas se han llenado de cientos de suplementos herbarios y otros productos
que mejoran la nutrición y aducen sustentar la salud y las funciones físicas y
mentales.
La palabra usada por muchos para describir el
consumo de varios medicamentos, sean de venta libre o recetados, y de
suplementos alimentarios o herbarios es «polifarmacia». Aunque la palabra
polifarmacia tenga muchas definiciones, la más amplia es la administración
simultánea de varios medicamentos y suplementos para tratar una o más
enfermedades en un paciente.
El problema es que, con la edad, aparecen más
enfermedades y, por lo tanto, se necesitan más proveedores de atención médica
para tratar esas afecciones. A menos que los pacientes mismos se aseguren
de que cada proveedor de atención médica tenga una lista actualizada de los
medicamentos y suplementos, los profesionales de la salud no pueden saber
exactamente qué se administra al paciente ni mencionar los riesgos relevantes a
esos medicamentos y suplementos. Debido a que la gente toma más y más
medicamentos y suplementos, la probabilidad de una interacción también aumenta.
Por ejemplo, supongamos que una paciente a quien se le receta una estatina para reducir el colesterol ve un anuncio que promueve el arroz de levadura roja como una buena manera de controlar el colesterol y empieza a tomarlo. El arroz de levadura roja contiene por naturaleza lovastatina, que es una estatina natural. Sin darse cuenta, este paciente empieza a duplicar la terapia con la atorvastatina recetada por el proveedor de atención médica y comienza a presentar calambres en las piernas, dolores musculares y resultados elevados en los análisis de la función hepática debido a la interacción medicamentosa.
Si bien es importante hablar con el proveedor
de atención médica y con el farmacéutico acerca de lo que uno consume para
evitar la administración excesiva de un medicamento, también es importante
evitar que la cantidad presente en el cuerpo sea escasa.
Pensemos en los pacientes vegetarianos o
veganos a quienes se les acaba de descubrir diabetes
tipo 2. Estas personas suelen tomar un suplemento de vitamina B-12
porque no consumen carne, pero la terapia estándar para un diabético tipo 2 es
con un medicamento llamado metformina, que puede agotar las existencias de
vitamina B-12 en algunos pacientes. Por ello, al empezar con la
metformina, estas personas requieren consumir más suplemento de vitamina B-12
que antes. Para complicar más las cosas, si estas personas ya toman o
empiezan a tomar un medicamento contra el reflujo o las úlceras, como el omeprazol
que reduce la producción de ácido estomacal, la deficiencia de vitamina B-12
empeora aún más, porque la vitamina B -12 necesita del ácido estomacal para su absorción.
Existen otros ejemplos más de interacción entre
suplementos y medicamentos recetados. Por ejemplo, tomar calcio con un
suplemento de vitamina D para la osteoporosis y una vitamina múltiple que
también contenga vitamina D puede elevar tanto el nivel del calcio en la orina
que aumenta el riesgo de formar cálculos
renales. Tomar un analgésico por dolor agudo o crónico cuando ya se
administra un medicamento contra la ansiedad, como el alprazolam, puede derivar
en pérdida de la conciencia y la situación podría ser aún peor si alguien
consumiera una bebida alcohólica mientras tiene en su sistema el alprazolam y
un narcótico.
Los suplementos herbarios constituyen un riesgo
en los pacientes con polifarmacia también aumentan el metabolismo de los
medicamentos porque de otros suplementos. El resveratrol, que está
presente en la cáscara de las uvas, generalmente se toma como suplemento
antioxidante. Existe alguna evidencia con respecto a que lentifica el
metabolismo de ciertos medicamentos frecuentes y provoca efectos
secundarios. El gingko biloba, que se emplea para la memoria, tiene un efecto
antiplaquetario y en los pacientes que ya toman anticoagulantes, como warfarina
o apixaban, aumenta el riesgo de sangrado intenso.
Cuando uno toma suplementos y medicamentos,
sean de venta libre o bajo receta médica, hay que revisarlos una vez al año,
por lo menos. Lo ideal es buscar una farmacia especializada o un farmacéutico para
polifarmacia, esos profesionales pueden identificar las posibles interacciones
porque medicamentosas o las reacciones adversas causadas por los varios
componentes de los medicamentos y colaborar con los proveedores de atención
médica para evitar problemas futuros. Además, hay que hablar con el
farmacéutico siempre que se añade un nuevo medicamento recetado a fin de
revisar las prescripciones y los suplementos actuales e identificar cualquier
inconveniente posible.