Detección tardía de cáncer de hígado incrementa mortalidad en Guatemala

 


Con el avance de la ciencia también ha evolucionado el diagnóstico y tratamiento del cáncer de hígado, concluyendo que la enfermedad no es la misma en cada persona que la padece, debido a las particularidades que presenta cada una. El cáncer que se origina en el hígado se llama cáncer de hígado primario o hepatocarcinoma y existen diferentes tipos con distintas características, definidas según la localización del tumor con causas, pronóstico y tratamiento.

El carcinoma hepatocelular (HCC, por sus siglas en inglés) es la forma más común del cáncer de hígado en adultos, representando casi el 80% de los tumores malignos del hígado.

Esta patología es muy frecuente tanto en la población masculina como femenina con factores de riesgo de daño hepático, pero tiene mayor incidencia en hombres, ocupando la sexta posición en prevalencia y la tercera en mortalidad a nivel mundial, respecto a todos los tipos de cáncer.

De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), de la Organización Mundial de la Salud, en 2020, Guatemala posee la tasa de incidencia de cáncer hepático más alta en el continente americano, con 15.6 casos por cada 100 mil habitantes y éste es el cuarto tipo de cáncer con mayor incidencia en el país.

Por sexo, en hombres ocupa el segundo lugar superado únicamente por próstata, y el tercero en mujeres por debajo de mamá y cérvix. En Guatemala la tasa de mortalidad es de 14.9 por cada 100 mil habitantes, convirtiéndose en el cáncer con la tasa más alta para ambos sexos. La misma se triplica en la población mayor de 40 años.

Existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de que una persona padezca cáncer de hígado:

Incidencia según el sexo: el HCC es más común en hombres.

El hígado graso aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado, siendo una causa que en los últimos años ha pasado a ser considerada como una de las más frecuentes a nivel mundial.

La cirrosis: enfermedad en la que las células del hígado se han dañado y reemplazado por tejido cicatricial. Las personas con cirrosis representan el factor de riesgo más frecuente para el desarrollo de cáncer de hígado.

El consumo excesivo de alcohol es una causa que por sí sola favorece el desarrollo de cáncer de hígado.

Enfermedades metabólicas hereditarias: por ejemplo, las personas que absorben demasiado hierro del alimento que consumen. El hierro se asienta en tejidos por todo el cuerpo, incluyendo el hígado. Si se acumula suficiente hierro en el hígado, esto puede causar cirrosis y cáncer de hígado.

Fumar: las personas que han dejado de fumar tienen un menor riesgo que los fumadores activos, aunque ambos grupos tienen un mayor riesgo que las personas que nunca han fumado.

Hepatitis viral crónica: la infección crónica a largo plazo por el virus de la hepatitis B (HBV) o el virus de la hepatitis C (HCV). Estas infecciones en forma crónica dañan el hígado y pueden provocar también cirrosis, lo cual aumenta el riesgo para el desarrollo del cáncer de hígado.

La diabetes tipo 2 ha sido asociada a un mayor riesgo de cáncer de hígado, generalmente en los pacientes que también tienen otros factores de riesgo como hígado graso, consumo exagerado de alcohol, hepatitis crónica viral, o ambos. 

Llamado de concientización

En Guatemala la principal necesidad es el diagnóstico temprano de la enfermedad, ya que el 80% de las personas con cáncer de hígado acuden al oncólogo en etapas avanzadas. Como una estrategia clave para cerrar la brecha en la atención, el Centro Multidisciplinario de Tratamiento de Cáncer de Hígado de Guatemala y la farmacéutica Roche, se unen en el marco del Día Mundial del Cáncer con un llamado a la prevención y al diagnóstico temprano del cáncer de hígado, lo cual contribuye a la identificación del tratamiento adecuado e incrementa las posibilidades de cura para los pacientes.

Esta prevención se enfoca en la vacunación contra la hepatitis, mientras que el diagnóstico oportuno en la etapa más temprana va dirigido a grupos de alto riesgo, siendo confirmados por medio de evaluación médica y ultrasonidos de alta definición cada seis meses.

“En Guatemala contamos con un centro certificado para atender a personas con problemas hepáticos, conformado por un grupo profesional multidisciplinario, que brinda al paciente de manera oportuna, el mejor tratamiento disponible; acorde a su necesidad. En Latinoamérica funcionan tres centros con las mismas características, con quienes mantenemos constante comunicación multidireccional, permitiendo un enfoque novedoso, pues la responsabilidad del tratamiento ya no recae únicamente en un médico, sino que se da un abordaje integral al paciente desde el punto de vista quirúrgico, médico y paliativo”, comentó el Dr. Hugo Castro, médico oncólogo y parte del Centro Multidisciplinario de Tratamiento de Cáncer de Hígado de Guatemala.

De igual forma, el experto hizo referencia a que el cáncer de hígado es uno de los tumores donde más investigación y adelantos han ocurrido en los últimos años. Han mejorado las técnicas diagnósticas y quirúrgicas así como la disponibilidad de medicamentos que generan un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes, los cuales ya se encuentran disponibles en Guatemala.

Asimismo, recalcó la importancia de que la población conozca los factores de riesgo y síntomas de este tipo de cáncer, ya que esto fomenta un diagnóstico temprano y contribuye a que el médico tratante pueda determinar cuál es la solución terapéutica adecuada según las características del paciente. “La concientización sobre el cáncer de hígado es vital, ya que se ha estigmatizado con que sus principales factores de riesgo son el consumo excesivo de alcohol, sedentarismo y sobrepeso y, si bien son causas importantes, no son las únicas”, indicó el Dr. Castro.

“La ciencia ha avanzado en los últimos años y las técnicas diagnósticas del cáncer de hígado han mejorado, sin embargo, falta mucho camino que recorrer en cuanto a concientización de la enfermedad. Entre más temprano se realice el diagnóstico, más probabilidades de supervivencia puede tener un paciente. En la actualidad el cáncer de hígado tiene tratamientos innovadores disponibles, lo cual da una oportunidad y calidad de vida a las personas que lo padecen”, afirmó la Dra. Karen Villamil, líder médica para ecosistemas de Roche Centroamérica y Caribe.

Avances médicos, tecnología, genómica y ciencia de datos toman cada vez más importancia en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento a los pacientes. De acuerdo con la Dra. Villamil, además del potencial de mejorar los resultados clínicos, la medicina personalizada permite a los ecosistemas de salud tomar decisiones basadas en datos, haciendo un uso más eficiente de los recursos, una mejor gestión de riesgos y planes de atención específicos.

“La medicina personalizada puede contribuir a cerrar la brecha en la atención para el cáncer de hígado. Este enfoque de la medicina tiene como punto de partida individualizar a cada paciente y personalizar el abordaje del diagnóstico y tratamiento acorde a cada caso, principalmente en áreas complejas como la Oncología, con decisiones terapéuticas precisas para tener resultados más fiables”, finalizó la Dra. Karen Villamil.