Museo Miraflores transformó y renovó su
arquitectura y museografía, ampliando más de tres veces sus instalaciones para
maximizar la exhibición del patrimonio cultural de los guatemaltecos, con
entretenimiento, arte y educación, en un espacio de 5,030m2.
Alberga una colección que cuenta con piezas
arqueológicas originales de más de 3 mil años de antigüedad y con esta renovación
se ha abierto espacio a más obras que permiten descubrir los misterios de los
antiguos mayas. Esta extraordinaria colección se exhibe mediante una variedad
de experiencias interactivas que lo hacen único en su categoría.
Con una inversión de US$6 millones provenientes de fondos privados, la ampliación de Museo Miraflores generó aproximadamente 500 empleos directos e indirectos durante su fase de construcción. Esta inversión confirma el compromiso de Spectrum con un desarrollo responsable, que cuida y protege el patrimonio de la cultura maya, orgullo de los guatemaltecos.
“Con la renovación del Museo Miraflores, Spectrum
busca exponer y comunicar una interpretación más clara, completa y actualizada
de la riqueza que nos dejaron los habitantes de Kaminaljuyu, mostrando la
capacidad creativa del presente, para honrar el potencial de nuestra cultura”,
destacó Carlos Ramírez Rámila, Gerente de Desarrollo de Spectrum.
El nuevo edificio de Museo Miraflores hace parte del destino cultural de Miraflores y ofrece una experiencia e interacción de categoría mundial, en tres niveles, terraza y un sótano. Su diseño interpreta de forma abstracta y contemporánea la cosmovisión maya del árbol sagrado o Yaxche (Ceiba), uniendo los 3 planos del universo como están descritos en el Popol Vuh: El cielo, casa de los Dioses, la tierra, casa de los vivos y el inframundo, casa de los muertos.
Cuenta con un vestíbulo revestido con piedra volcánica en el cual está tallado un rostro de uno de los personajes de la Escultura 10 de Kaminaljuyu, elaborado por el artista guatemalteco Mauro Jeremías Yojcom Aju.
Uno de los ambientes más interesantes de este centro cultural es la sala de exposición permanente ubicada en el tercer nivel, pues exhibe piezas arqueológicas que abarcan desde el Preclásico hasta el Clásico Tardío, ilustrando la historia de Kaminaljuyu y su larga ocupación en el valle de Guatemala. La terraza cuenta con un área techada de 454 m2 y otros 481 m2 al aire libre, donde se puede disfrutar de una vista espectacular hacia los volcanes, el jardín y los montículos.
“Como parte de las experiencias que ofrece el nuevo Museo Miraflores para conocer y acercarse a nuestros antepasados que habitaron esta ciudad ancestral, los visitantes podrán apreciar en el sótano, la recreación de una tumba con dimensiones reales, lo que les permitirá imaginar cómo pudieron haber sido las tradiciones funerarias de la época, percibir lo que pudo haber sido estar presente y sobre todo, experimentar lo que los arqueólogos sienten cuando localizan un hallazgo”, destacó Liwy Grazioso, arqueóloga y curadora de Museo Miraflores.
El nuevo museo cuenta con servicios y espacios para disfrutar de representaciones de arte itinerantes, desarrollar habilidades artísticas en la Academia del Museo, gozar de música en vivo o alquilar los espacios disponibles para realizar eventos corporativos o sociales, y, próximamente contará con una biblioteca especializada en arqueología, antropología e historia con más de tres mil ejemplares que el visitante podrá consultar en el segundo nivel.
“El nuevo diseño hace del recorrido, un espacio
que estimula y atrae la atención de niños, jóvenes y adultos, dispuestos a dejarse
maravillar por una experiencia distinta a la oferta cultural que hoy por hoy
ofrece Guatemala. El visitante podrá experimentar e interactuar con las
actividades diseñadas para dar a conocer nuestro pasado de una manera lúdica y
dinámica”, destacó María Gadsden, Gerente de Museo Miraflores.
Museo Miraflores es un destino obligado a
visitar en la ciudad de Guatemala tanto por nacionales como por extranjeros. Una joya invaluable que es estandarte del
valor del patrimonio cultural de nuestra ciudad que actúa como un vínculo entre
la historia e identidad de los guatemaltecos.