En nuestro mundo acelerado y estresado, existe
la necesidad de técnicas y herramientas, como el uso de la atención plena –o
mindfulness–, para equilibrar el estrés y la presión del trabajo y la vida.
El mindfulness, a menudo utilizado como técnica
terapéutica, es un estado mental que se logra al enfocar la conciencia en el
momento presente, al tiempo que reconoce y acepta con calma los sentimientos,
pensamientos y sensaciones corporales.
Se ha demostrado que la meditación y el yoga promueven la atención plena, lo que a su vez tiene el potencial de mejorar los síntomas de depresión, ansiedad e incluso habilidades cognitivas. Estos ejercicios también pueden ayudar con la concentración, el estrés y la actitud, especialmente cuando se combinan con ejercicio regular y elecciones alimentarias adecuadas.
Cómo el yoga puede ayudar a relajarte
A veces, después de un largo día, me gusta relajarme con una suave rutina de yoga.
Esta también es una excelente manera de comenzar el día: aclara tu mente y establece un tono positivo para el día con unos simples movimientos de yoga.
Según Harvard Health, algunos de los
principales beneficios
para la salud de practicar yoga son:
Bajar el ritmo cardíaco
Reducir la velocidad de respiración
Disminuir la presión arterial
Aumentar el flujo de sangre a los intestinos.
Centrarse en el presente
Los sí y no de la meditación
Al igual que con todo lo relacionado con la salud y el estado físico, hay muchas escuelas de pensamiento y muchos métodos. Hoy compartiré contigo mis consejos prácticos para calmar tu mente y reflexionar sobre tu día con consejos de meditación simples y prácticos.
No pienses que necesitas un lugar
completamente silencioso y apartado para practicar. En el mundo real, y
especialmente en un hogar con niños o en la oficina, encontrar el silencio
completo es una tarea casi imposible.
Sí intenta alejarte de todas las
distracciones importantes, como teléfonos, pantallas de computadora y espacios
increíblemente ruidosos. Si estás en casa, cierra la puerta de tu habitación.
No te convenzas de que necesitas ningún
equipo especial, como un tapete de yoga, campanas o mantas, porque puedes
meditar en cualquier lugar. Mientras menos cosas, más fácil será tomarse un
momento rápido para practicar.
Sí intenta sentarte o acostarte en un
lugar cómodo donde te sientas relajado. Puedes mantener los ojos abiertos o
cerrados, solo haz lo que te parezca mejor.
No te obligues a comenzar a respirar con
un estilo específico, como la respiración del vientre o la nariz. Inicialmente
puede desanimarte o incluso hacerte sentir mareado. Puedes trabajar en la
técnica de respiración una vez que comiences a sentirte cómodo con la
meditación.
Sí concéntrate en tu respiración. Siente
el aire entrando y saliendo de tu cuerpo. Simplemente ten en cuenta tu
respiración y cómo se siente.
No empieces a pensar negativamente cuando
tu lista de compras o lista de tareas empiece a meterse en tu mente.
Sí redirige tu enfoque lejos de la lista
de compras y vuelve a tu respiración.
No tengas una larga lista de afirmaciones
u objetivos en los que pienses o cantes en voz alta.
Sí ten una o dos palabras clave que te ayuden a relajarte o te guíen hacia una sensación positiva de bienestar.
Intenta encontrar 20 minutos de silencio para
ti una o dos veces al día. Recuerda que la meditación se considera una
práctica, al igual que el yoga. Entonces sí, eso significa que en realidad puede
tomar algo de tiempo y constancia sentir los efectos relajantes.