Despacho del diputado Juan francisco mérida contreras

 


EL Diputado Juan Francisco Mérida Contreras presentó al Honorable Pleno del Congreso, a la Opinión Pública y a los distinguidos medios de Comunicación el proyecto de ley AÑO UNO PAGO CERO. 

Indicó el Diputado Mérida Contreras que suma esta iniciativa a las que ha presentado para contribuir a la creación de Empresas nuevas, la Formalidad, la Economía familiar y el Plan de Guatemala, Muros de Prosperidad, reconociendo es un reto para el Estado y los Emprendedores que exige ser creativos y, en esa línea, su iniciativa plantea tocar el Impuesto Sobre la Renta (ISR), algo que ha sido objeto de debate social y político y que en la iniciativa es medular, no obstante, con respaldo sólido, responsabilidad y resultados rentables para el fisco y el Emprendimiento. 

No obstante, nuestra macroeconomía muestra ir en dirección de una recuperación, desde antes de 2020 los medios de vida de los guatemaltecos se han visto afectados por el desempleo y la informalidad.  

La iniciativa propone que las empresas nuevas, que se inscriban, a partir de la vigencia de la presente ley, tendrán una exoneración de la obligación del Impuesto Sobre la Renta durante el primer año, incentivando el emprendimiento; la formalidad de las empresas y la atracción de inversión nacional y extranjera, generando empleos y fortaleciendo cumplir las demás obligaciones tributarias. La iniciativa aborda una realidad: en el primer año difícilmente se obtienen ganancias. 

Un estudio de la CEPAL señala la tasa promedio de la informalidad en Latinoamérica en el 54% y en Guatemala del 70%, sin considerar los efectos de la pandemia del COVID-19. 

Para revertir esos números y acercarnos a la media latinoamericana debe estimularse la formalización de empresas, y mejorar la tasa de sobrevivencia durante los primeros años de vida de las MIPYMES.

Se estima los ingresos fiscales dejados de percibir en el año cero, o primer año de implementación, es negativo en solo 0.05% del total de ingresos tributarios de las empresas beneficiadas. Se utilizó datos de la Superintendencia de Administración Tributaria -SAT- y se hicieron distintos escenarios, tomando en cuenta la recaudación promedio de 2016 a 2019 (no se consideró el 2020, por lo atípico del año).

Aunque durante el primer año hay una mínima caída de los ingresos fiscales, por el incremento en empresas formales, el pago de ISR e IVA por empleos creados y la tasa de sobrevivencia de las empresas, el valor presente de la recaudación es positivo.  Considerando estos mismos supuestos, a partir del tercer año, la recaudación tributaria se incrementa por encima de lo proyectado sin la implementación de la propuesta porque la formalización de empresas se incrementa hasta un 5%.  Estos pronósticos se mantienen si el incremento en la formalización de empresas es solo 3%.

Como condición a esta exoneración temporal, solo aplica a aquellas empresas que desde su creación estén inscritas en el Régimen de Factura Electrónica -FEL.  Esto ejerce un mecanismo de control automático sólido.  Abrir, cerrar y volver a abrir empresas será poco y nada rentable. 

La obligación de pago de otros impuestos se mantiene vigente, por lo tanto, insistir en la formalización de nuevas empresas para ampliar la base tributaria es un beneficio directo.