Hablar sobre el pasado y la importancia histórica de las mujeres dentro de la tecnología de información es una asignatura pendiente que tenemos como industria. Si bien los esfuerzos que se han llevado a cabo hasta la fecha, y los muchos programas que se han promovido para aumentar la participación del talento femenino son un excelente avance, en los esfuerzos de inclusión nos ha faltado un punto importantísimo: honrar el trabajo que extraordinarias mujeres han aportado a la industria a lo largo de la historia.
La tecnología tal y como la conocemos no
existiría sin la participación de las mujeres en el desarrollo de elementos
clave que hoy damos por sentados. Por ejemplo, la programación, ese arte en el
que se ha sostenido el desarrollo de todo nuestro sector, fue invento de una
mujer.
Así como el ejemplo de Ada, existen múltiples
episodios similares a lo largo de la historia: Hedy Lamarr creó un sistema
inalámbrico de misiles que inspiró la creación del Wifi; Rózsa Péter, histórica
matemática húngara, ideó las funciones recursivas fundamentales para la
computación. Las Top Secret Rosies fue
un grupo de seis mujeres encargadas de programar una de las primeras
computadoras de la historia, el ENIAC, durante la Segunda Guerra Mundial.
Todos estos ejemplos prueban la constante de
innovación y la imborrable huella que estas mujeres han dejado en la historia
de nuestra industria y del mundo. Ellas y muchas otras ayudaron a la humanidad
a dar pasos enormes en momentos donde nuestro conocimiento se encontraba
limitado. Pero ¿En qué momento se quedaron al margen? ¿Por qué se alejaron
cuando ellas eran la piedra angular de una industria que se movía a pasos
agigantados?
Necesitamos lograr que las mujeres retomen el
lugar que les corresponde dentro de la industria. En Latinoamérica los esfuerzos por transformar
la cultura del lugar de trabajo hacia un ecosistema inclusivo para el talento
femenino no se han hecho esperar. Gracias a los múltiples enfoques que han
atacado el problema desde la raíz con programas que impulsan la educación y a
proyectos que buscan mejorar el desarrollo profesional del talento femenino, ya
empiezan a verse resultados.
Según un estudio
de KPMG, Latinoamérica es punta de lanza a nivel global cuando se trata de
mujeres líderes en el sector de la tecnología, contando con un 16% que, aunque
sigue siendo un número bastante preocupante, es superior a comparación con
otras regiones como el Reino Unido, donde sólo cuentan con 10% de mujeres en
puestos ejecutivos.
La historia es cíclica y poco a poco ellas van
retomando el espacio que naturalmente les corresponde. Somos uno de los sectores industriales más
innovadores a nivel global, siempre pensando en ideas que buscan el desarrollo y
el bienestar de la humanidad; sin embargo ¿cómo seremos capaces de ver hacia el
futuro cuando aún tenemos deudas con nuestro pasado? Esa es una reflexión que
todos debemos pensar y atender para poder avanzar.