Si no se logra erradicar la poliomielitis se
desencadenaría un resurgimiento de la enfermedad que generaría 200 mil
contagios nuevos anualmente, durante los próximos diez años en todo el mundo,
es decir, cerca de 547 contagios diarios.
Esa fue la advertencia que, en octubre de 2020, hizo la Organización Mundial de
la Salud (OMS) y la Unicef, organismos que en ese entonces instaron a actuar
con urgencia para evitar grandes epidemias de enfermedades controladas antes de
la pandemia por COVID 19.
Dos años después de dicha alarma,
recientemente, en Estados Unidos, se decretó estado de emergencia por la
circulación de poliomielitis en cinco condados: el condado de Rockland, el
condado de Orange, el condado de Sullivan, la ciudad de Nueva York y, ahora, el
condado de Nassau; luego de detectar el virus tras los análisis secuenciales de
vigilancia de las aguas residuales, por parte de los Centros para el Control y
la Prevención de Enfermedades (CDC).Así mismo, en Brasil, las autoridades en salud encendieron
las alarmas tras confirmarse el primer caso de poliomielitis, en los últimos 33
años, en un menor de tres años.
Este panorama es una amenaza con respecto a la
lucha en la erradicación global de la enfermedad, pues, si bien se ha reducido en
un 99,9% desde 1988, en el 2020, se registraron 1.256 casos (de todos los
tipos), y, en lo que va corrido del 2022, la cifra va en 386 reportes de
personas con polio.
A lo anterior se suma que, al mismo tiempo que
disminuyeron las coberturas, también se redujeron significativamente las tasas
de detección de parálisis flácida aguda (PFA), que es la pérdida o disminución
de la fuerza muscular, y que, si bien no todos los casos son atribuibles a
polio, sí se convierte en una herramienta de vigilancia para elevar una alerta
en caso de que así lo fuera. En ese sentido, con respecto a la realización de
este diagnóstico, por cada 100 mil niños menores de 15 años, el promedio de la
tasa descendió de 1.27, para el periodo 2016-2019, a 0.83 para el 2020-2021,es decir, menos niños fueron
sometidos a dicho análisis, corriendo el riesgo de que aumenten las
probabilidades de no detectar la presencia del virus.
“De continuarse esta tendencia existe un alto
riesgo de ocurrencia de brotes posterior a la importación de un virus o la
emergencia de poliovirus, derivado de la vacuna oral, y que estos no sean
detectados a tiempo”, explicó Claudia Beltrán, pediatra especialista en
infectología.
Si bien la región de las Américas se encuentra
certificada como libre de poliomielitis desde 1994, momento a partir del cual los
países hicieron un importante trabajo para mantener actualizados sus programas
de vacunación y refuerzo, con el fin de prevenir nuevos brotes de esta
enfermedad, dados los casos
recientemente identificados en Estados Unidos y Brasil, e igualmente las bajas
en coberturas de vacunación; expertos sugieren reforzar la inmunización para
recuperar lo que se avanzó previo a la pandemia, con el propósito de alcanzar
un mundo libre de polio y de otras patologías ya controladas.
Día mundial de la lucha contra la poliomielitis
Cada 24 de octubre se conmemora el día mundial
de la lucha contra la poliomielitis y, a propósito de la fecha, y de la
aparición de nuevos brotes, expertos instan a redoblar esfuerzos para lograr la
meta de la erradicación global de esta enfermedad incurable, pero prevenible
con la vacunación.
“La lucha por la erradicación de esta
enfermedad a escala global ha sido un gran esfuerzo que debe mantenerse,
porque, a pesar de que parezca eliminada, mientras exista un solo caso en
cualquier parte del mundo y las vacunas no lleguen a los niños de todos los países,
el riesgo persiste” aseguró Beltrán.
De hecho, la OPS ha lanzado una alerta
epidemiológica teniendo en cuenta que, en lo corrido de este año, se han
confirmado casos aislados, uno en Mozambique y otro en Malawi, relacionado con
una importación desde Pakistán; razón por la cual el organismo internacional
advirtió que de no interrumpirse la transmisión del poliovirus en todo el
mundo, todos los países continúan en riesgo de importación de poliomielitis.
“La única manera de detener la cadena de transmisión
es a través de la inmunización y desde la OMS se ha recomendado a los gobiernos
usar vacunas monovalentes o combinadas con IPV (con virus inactivado),
incluso en países libres de polio, manteniendo altas coberturas de
inmunización”, puntualizó la Dra. Claudia Beltrán, pediatra especialista en
infectología.
En últimas, expertos también sugieren conservar
una vigilancia epidemiológica sostenida para garantizar la detección temprana
de cualquier brote, evitando que se fortalezcan las cadenas de contagio y
lograr, de esta manera, la erradicación de la enfermedad.