La tecnología digital está dirigiendo el mundo, definiendo cómo nos comunicamos e interactuamos con nuestros colegas, y cómo trabajamos, compramos, viajamos y realizamos operaciones bancarias. Todos los días aparece una nueva aplicación o solución para hacer nuestra vida mejor, más sencilla y rápida. Sin embargo, colectivamente, los efectos de esta transformación digital (eficiencia, conectividad, accesibilidad, inclusividad) desempeñan un papel fundamental en el crecimiento y subsistencia no solo de las personas en todas partes, sino de las comunidades en general, las empresas de todos los tamaños y los gobiernos.
Durante décadas, el compromiso de Visa ha sido ayudar a que personas, comunidades, comercios y economías en todo el mundo puedan prosperar expandiendo el acceso a la economía digital. Ahora más que nunca, nuestro objetivo resulta sumamente relevante.
Específicamente, la transformación digital
en materia de pagos presenta a los países de toda la región una oportunidad para
reevaluar sus modelos económicos y crear más oportunidades para que las
sociedades y las empresas puedan prosperar. Los pagos digitales además nivelan
el campo de juego para las pequeñas empresas al ayudar a democratizar el acceso
a capacidades que antes estaban limitadas a organizaciones más grandes, lo que
les está permitiendo seguir siendo competitivas y relevantes en el ecosistema
comercial del futuro.
Por ejemplo, ampliar el acceso a la
infraestructura de aceptación es fundamental para aumentar la cantidad de
terminales de punto de venta (POS) en áreas rurales o remotas, sirviendo como
un apoyo vital para las empresas que se encuentran fuera del sistema bancario
oficial. Nuestra tecnología Tap to Phone (TTP, por sus siglas en inglés), la
cual amplía la aceptación al convertir los smartphones en dispositivos POS sin
contacto, permite a los comercios en casi cualquier lugar aceptar pagos sin
contacto utilizando su propio celular. En Costa Rica, por ejemplo, las pequeñas
empresas también están optimizando sus operaciones con la ayuda de esta
tecnología. Tenemos el caso de una panadería y cafetería costarricense local
cuyos dueños determinaron que su sistema POS tradicional no funcionaba de
manera óptima, generando cuotas y demoras, por lo que su uso se volvió
inconveniente para los clientes. Un mes después de haber adoptado la tecnología
TTP para mejorar sus operaciones, vieron un aumento del 17% en las
transacciones y un aumento notable en la satisfacción general del cliente.
Más allá de las oportunidades para el
sector empresarial, los gobiernos también están aprovechando esta actual
tendencia digital en otras áreas, digitalizando interacciones públicas. Y al
hacerlo, esto les ofrece la oportunidad de ser transparentes, demostrar la
integridad en acción y generar una confianza duradera al mismo tiempo que
agilizan procesos, optimizan servicios y apoyan de manera eficiente a los más
necesitados.
Tomemos como ejemplo la digitalización de
los programas de desembolsos del gobierno. Un proceso que antes dependía del
efectivo y que podría clasificarse como engorroso, ahora constituye para muchas
personas el primer punto de entrada al sistema financiero formal, que sin duda es
más eficiente y mucho más seguro. Por ejemplo, en Guatemala, durante la
pandemia, el gobierno estableció un programa de desembolsos de emergencia para
ayudar a la población más afectada. Visa, VisaNet Guatemala (adquirente local)
y 11 instituciones financieras, utilizando las credenciales de pago virtuales
de Visa y Visa Direct, en menos de 30 días desembolsaron fondos de ayuda
económica a 2,7 millones de beneficiarios a través de un proceso fluido de
integración de datos en el que participaron el gobierno, los comercios y las
instituciones financieras.
Otra acción muy importante es habilitar los
pagos digitales en el transporte público, sector que se ha convertido clave
para impulsar la transformación digital en las ciudades de toda nuestra región.
Se trata de un sector que además puede ayudar a impulsar la inclusión digital de
forma masiva y brindar facilidad, comodidad y seguridad a muchas personas en su
vida cotidiana. En Costa Rica, alcanzamos recientemente el hito de un millón de
transacciones sin contacto realizadas para pagar pasajes en sus sistemas de
trenes y autobuses, y en Guatemala, los pasajeros han realizado más de 6
millones de viajes en transporte público utilizando sus credenciales Visa hasta la fecha.
En Brasil, donde fuimos pioneros en Tap to Ride (uso de tecnología sin contacto
en el transporte público) en la región, vimos un crecimiento de 210% en la cantidad
de transacciones con Visa y de pagos sin contacto con la tarjeta en MetrôRio si
comparamos el cuarto trimestre del año calendario 2022 con el mismo período en
2021.
En este espacio, Visa continúa trabajando
junto con las ciudades, los urbanistas, las autoridades de transporte, los
operadores y los proveedores de soluciones para reinventar la experiencia del
tránsito urbano con un enfoque en el transporte inclusivo, sostenible e
interconectado para la mayoría de las personas. Todo con el objetivo de facilitar
la vida de los pasajeros, en un viaje a la vez.
Y si bien es innegable que estos avances digitales han marcado un antes y un después en la vida de muchas personas, todavía queda mucho por hacer. En Visa reconocemos que existe aún una oportunidad sin explotar en el proceso de transformación del panorama de los pagos digitales. Tenemos el compromiso de explorar, idear, crear y brindar experiencias de pago convenientes, seguras e innovadoras para un mayor beneficio colectivo, a fin de seguir ayudando a prosperar a todos, en todo lugar.