Existen factores que a diario y sin darnos cuenta ponen en nuestra visión. Sumemos en este abordaje un fenómeno crucial y actual: la creciente tendencia de las personas a permanecer cada vez más tiempo mirando dispositivos y equipos con diversos tipos y tamaños de pantallas, frente a las cuales trabajan, estudian, se informan, divierten y comunican. La pantalla es tan cotidiana y útil que se suele olvidar que la exposición sin pausas ni otras tácticas preventivas, puede ocasionar efectos indeseables.
Sencillos y muy provechosos
Dentro del amplio concepto de la higiene visual, los buenos hábitos son muy importantes para el disfrute de un sano estado del sentido de la vista y los relativos a la exposición ante pantallas lumínicas pueden adoptarse de manera cotidiana con mínimo esfuerzo, sin incomodidades y significativos beneficios. A continuación, compartimos recomendaciones en el caso de los televisores:
1.- Realizar descansos breves cada cierto tiempo y mirar un objeto distante, aplicando la regla del 20-6-20: por cada 20 minutos que utilicemos una pantalla, miremos a un objeto ubicado a unos 6 metros desde donde estemos o al infinito, durante 20 segundos.
2.- Aplicarse lágrimas artificiales para lubricar los ojos, incluso si no los sentimos resecos. Si, por el contrario, sentimos incomodidad con frecuencia es prudente consultar a un oftalmólogo. Pregunta a este especialista sobre el tipo de hidratante ocular y la forma de usarlo. Esto puede ser especialmente conveniente para evitar el síndrome del ojo seco, que suele manifestarse con irritación y visión borrosa, lo que genera incomodidad. Recuerda que cuando se observa una pantalla por tiempo prolongado es posible que disminuyamos el parpadeo de nuestros ojos, lo que puede causar sequedad ocular.
3.- Ubicar la pantalla a una distancia prudencial con respecto al sofá o silla desde donde se observa. Se recomienda que por cada pulgada de televisión debe haber una distancia media de 4,5 cm. Por tanto, si se trata de un TV de 65 pulgadas, la distancia mínima debería ser 2,92 metros, y en caso de una pantalla de 85 pulgadas, de 3,83 metros. Esta sugerencia no sólo incide en la salud sino también en el mejor disfrute de la calidad del contenido audiovisual que consumimos.
4.- Crear buena iluminación: en el salón o habitación donde esté ubicado el TV, es contraproducente la baja luz o la ausencia de esta, porque la visión se fuerza más y eleva el efecto del brillo sobre la retina.
5.- Contar con TV de tecnología amigable con los ojos: en el mercado hay televisores con novedosa ingeniería de pantalla que incluye funciones para proteger los ojos, de manera que resulta conveniente preferirlos en comparación con otras opciones. Incluso hay modelos que cuentan con certificaciones específicas sobre la salud ocular.
En el contexto de esta última recomendación, recordemos que Samsung Electronics ha llevado a cabo investigaciones para incorporar optimizaciones en sus televisores y otros productos con pantallas, en las que ha priorizado la protección de la vista.
Tecnología en sintonía con la salud visual
La calidad visual de las pantallas inteligentes de Samsung Electronics está perfectamente alineada con una experiencia saludable de observación. Esta máxima de la marca coreana se ilustra en su amplio portafolio de televisores.
Así, al encender estos televisores, la marca no
sólo está garantizado el máximo deleite.
La tecnología de protección ocular de TV OLED, QLED, Neo QLED y línea
Lifestyle de Samsung incluye funciones
de iluminación automática que ajustan el brillo de acuerdo con la luz
ambiental. En todos estos equipos,
esta nivelación se activa con el modo EyeComfort, mediante un sensor de luz
incorporado, que incluso detecta los momentos de atardecer y amanecer. Así, por
ejemplo, si es de noche el nivel de luz azul se reducirá y las imágenes
aparecerán más cálidas, lo que ayuda a reducir la fatiga visual y proporcionar
imágenes nítidas. EyeComfort viene
predeterminado en los equipos, aunque se puede activar a través de los ajustes
de imagen.
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