Código Latinoamericano y del Caribe contra el Cáncer resalta evidencia científica para prevenir esta enfermedad
Estas y
otras acciones forman parte del conjunto de recomendaciones publicadas en el
primer Código Latinoamericano y del Caribe contra el Cáncer, documento en el
que participaron más de 60 especialistas y representantes de la sociedad civil,
convocados por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC)
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de
la Salud (OPS).
Parte de
los objetivos del Código se dirigen a incidir en las políticas públicas y en la
necesidad de concientizar a la población para reducir los riesgos de cáncer con
un estilo de vida más saludable, así como poder detectarlo en forma temprana.
Explica que la cantidad de
casos de cáncer en América Latina y Guatemala va en aumento, por lo que es
importante seguir las recomendaciones del Código, tanto desde lo individual
como en las políticas públicas, para disminuir el riesgo de cáncer y el número
de casos en Guatemala. Las
recomendaciones del Código deben implementarse cuanto antes para controlar esta
epidemia. “El Código demuestra que hay
suficiente evidencia científica para prevenir el cáncer”, afirmó.
Además, diseminar e
implementar estas 17 acciones en la población podría prevenir hasta un 50%
diversos tipos de cáncer, además de que algunos casos podrían detectarse más
temprano y mejorar la sobrevida después del diagnóstico.
CIFRAS AUMENTAN EN LA REGIÓN
Esta epidemia enfrenta una
serie de desafíos en los países latinoamericanos. Es la segunda causa más
frecuente de morbilidad y mortalidad, después de las enfermedades
cardiovasculares. Representa, además, una de las mayores desigualdades en los
sistemas de salud, de acuerdo con la OPS.
En 2019, se diagnosticaron en
la región 1.5 millones de nuevos casos y 700 mil muertes por cáncer. Se estima que
estas cifras se incrementarán hasta los 2.4 millones de casos en 2040, un
aumento del 67%, esto es 20 puntos porcentuales por encima del promedio
mundial, de acuerdo con la revista “Cancer Epidemiology” donde se publicó el
Código.
Los tipos de cáncer con mayor incidencia son los de próstata, mama, colorrectal, pulmón y estómago. Mientras que los de mayor mortalidad fueron pulmón, colorrectal, mama, próstata y estómago, de acuerdo con Globocan, de la Agencia Internacional para Investigación en Cáncer (IARC) de las Naciones Unidas.
Estudios recientes de los
expertos firmantes del Código muestran que la prevalencia del consumo de tabaco
ha disminuido en todo el mundo, incluso en las Américas. En 2000 fue del 28%, mientras
que en 2020 fue de 16.3%. Sin embargo, hace falta una regulación sobre nuevos
productos relacionados con la nicotina incluyendo cigarros electrónicos y
tabaco calentado como el IQOS.
El consumo de alcohol en las
Américas es uno de los más altos del mundo. Esto resultado de una combinación
de factores individuales y sociales. En Guatemala, el consumo per cápita fue de
2.5 litros (2018), el más bajo en la región, siendo la cerveza la bebida
preferida (54% de todas las bebidas) de acuerdo con datos incluidos en el
Código.
RECOMENDACIONES EN POLÍTICAS
PÚBLICAS
El Código Latinoamericano y del
Caribe contra el Cáncer incluye una serie de recomendaciones de políticas
públicas, amparadas en estrategias basadas en evidencia científica y aceptadas
a nivel internacional. Sin embargo, en el contexto regional existen factores
estructurales y condiciones socioeconómicas que suponen barreras para la
implementación de los cambios necesarios.
Entre estos factores encontramos la pobreza, el desempleo, la falta de
vivienda, de agua potable y saneamiento. Además, hay dificultades para el
acceso a una alimentación saludable y a las infraestructuras de salud, indica
el Código.
En esa línea, las
recomendaciones incluyen desde aumentar el impuesto al tabaco y a las bebidas
azucaradas, implementar etiquetados de advertencia sanitaria a los cigarros y
comidas ultra-procesadas, y generar entornos saludables en la comunidad, entre
otros.
En Guatemala, además se toman
en cuenta la falta de políticas laborales para exponerse a carcinógenos en el
trabajo, el incumplimiento de la ley de ambientes libres de humo de tabaco,
hasta brechas culturales en los servicios de salud que continúan excluyendo a
las poblaciones indígenas, entre otros aspectos.
En el marco legal, Barnoya
resalta tres iniciativas de ley pendientes de ser aprobadas por el Congreso:
Control del Cáncer, Control de Tabaco, y Alimentación Saludable. “El Código
Latinoamericano debe apoyar la necesidad de estas leyes”, comentó.
Las 17 recomendaciones que
pueden hacer las personas para prevenir el cáncer
1.
No fume ni use ningún tipo de tabaco.
2.
Haga de su casa un lugar libre de humo de
tabaco.
3.
Mantenga o alcance un peso saludable.
4.
Realice actividad física diariamente. Limite el
tiempo que pasa sentado.
5.
Lleve una dieta saludable, consuma más frutas,
verduras y cereales integrales. Evite las bebidas azucaradas, limite consumo de
alimentos ultra-procesados, evite carne procesada, y limite el consumo de
bebidas a temperaturas muy calientes.
6.
Evite el consumo de bebidas alcohólicas.
7.
Amamante, cuantos más meses, mejor.
8.
Protéjase de la exposición directa al sol.
9.
Si cocina con carbón o leña, evite la
acumulación de humo dentro de su casa.
10. Si
existe alta contaminación de aire en su entorno, limite el tiempo que pasa al
aire libre.
11. Infórmese
si su trabajo lo expone a sustancias que pueden producir cáncer, exija y adopte
medidas de protección recomendadas.
12. La
infección por bacteria Helicobacter pylori puede causar cáncer de
estómago.
13. Infecciones
por virus: hepatitis B y C, el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de
inmunodeficiencia adquirida (VIH) también pueden causar cáncer.
14. No use
terapias de reemplazo hormonal en la menopausia, a menos que tenga indicación
médica.
15. Si
tiene entre 50 y 74 años hágase una prueba de detección temprana de cáncer de
colon y recto.
16. Si
tiene 40 años o más, realice cada dos años un examen clínico mamario. A partir
de los 50 años, una mamografía.
17. Si
tiene entre 30 y 64 años, hágase una prueba de VPH, al menos cada 5 o 10 años
para detección de cáncer de cuello uterino.