En el mundo, alrededor de cinco millones de personas tienen algún tipo de lupus y su prevalencia estimada en América Latina es de aproximadamente 72 casos por cada 100.000 habitantes, de los cuales cerca del 90% de los pacientes diagnosticados son mujeres. El tipo más común se conoce como Lupus Eritematoso Sistémico (LES), el cual afecta órganos vitales, el corazón, riñones o pulmones, así como la piel y las articulaciones.
La complejidad de esta patología y su
variabilidad en los pacientes limitó por mucho tiempo la evolución de los
tratamientos, sin embargo, en los últimos años, los avances en la comprensión
de la enfermedad y la urgencia por la necesidad de nuevas opciones de terapias
innovadoras ayudaron a crear Saphnelo® (anifrolumab), el primer tratamiento
biológico aprobado en Centroamérica y Caribe para el tratamiento de esta
patología.
“La gravedad de este padecimiento puede ir de
cuadros leves hasta mortales. Sabemos que cada brote duplica el riesgo de daño
en los órganos, deteriorando la calidad de vida de los pacientes. Saphnelo ha
logrado demostrar que puede controlar de manera integral el funcionamiento de los
órganos afectados, brindando respuestas tempranas y sostenidas, y controlando
los síntomas, además de ofrecer más tiempo libre de brotes a los pacientes,” aseguró el Dr. Andrés Rojas, director médico de AstraZeneca para Centroamérica
y el Caribe.
El lupus eritematoso sistémico es una
enfermedad autoinmune crónica compleja, la cual puede causar daños a largo
plazo en diferentes partes del cuerpo, como articulaciones y la piel, así como
en órganos vitales como riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y cerebro,
e incluso desarrollar complicaciones que provoquen la muerte. Es importante que el paciente sea valorado por un médico especialista para que
reciba la atención adecuada, cuidados preventivos y educación que le ayuden a
mejorar su calidad de vida.
Su causa se desconoce, pues al igual que otras
enfermedades autoinmunes se puede heredar, sin embargo, se han identificado
algunos desencadenantes ambientales, como la exposición a rayos ultravioletas,
ciertos medicamentos para tratar la presión arterial o las infecciones, así
como las convulsiones, el agotamiento físico o el estrés.
En cuanto a su diagnóstico, los especialistas
pueden optar por una prueba específica, que abarca un análisis de sangre con
anticuerpos antinucleares (ANA), así como otras pruebas de laboratorio para
descartar anomalías en el hemograma, exámenes de orina, biopsias renales y
pruebas de toma de imágenes, con el fin de valorar anomalías en las
articulaciones y otros órganos. Sin embargo, puede pasar mucho tiempo antes que
el paciente sea diagnosticado correctamente.
“La detección temprana en esta patología es de
suma relevancia, pues se minimizan las complicaciones y se puede administrar el
tratamiento adecuado según el caso. Su diagnóstico puede ser difícil para
ciertos pacientes, ya que los síntomas no son permanentes y difieren según la
persona, incluso en algunas ocasiones es similar a muchos otros padecimientos, haciendo
que presenten variedad de manifestaciones clínicas, lo que afecta sus órganos,” comentó el Dr. Rojas.
Campaña “El Enemigo Incógnito”
Con el objetivo de combatir la desinformación y la falta de conocimiento de la población sobre el LES, AstraZeneca ha creado una plataforma de educación y concientización digital llamada El Enemigo Incógnito. Esta plataforma ayudará a los pacientes a comprender mejor los diferentes comportamientos de la patología y a entender que son portadoras de una enfermedad crónica con la que pueden convivir si la atienden adecuadamente.
Las personas podrán acceder a través del www.elenemigoincognito.com, para obtener información como factores de riesgo, síntomas, recomendaciones de abordaje, preguntas frecuentes y pruebas de diagnóstico oportuno.
“La desinformación y una sintomatología variable de un paciente a otro dificultan un diagnóstico oportuno. Es importante que las personas tengan acceso a fuentes de información de calidad y veraces que se complementen con el acompañamiento de un equipo médico altamente capacitado. Los pacientes pueden tener una vida normal si se mantienen en control con su médico tratante y son constantes con su tratamiento. Aunque el lupus se considera una enfermedad incapacitante, un paciente bien atendido logra tener calidad vida y desarrollar sus actividades cotidianas con normalidad”, concluyó Rojas.